Bueno, esto no es ningun estilo pero si una moda muy común alli.
Kawaii (可愛い?) es un adjetivo del idioma japonés que puede ser traducido al español como “mono”.1 Este término ha tenido cabida dentro de la cultura popular japonesa, en el entretenimiento, en la moda, en la comida, juguetes, apariencia, conducta y hábitos personales.
Los japoneses utilizan la ternura
en una gran variedad de casos y situaciones en donde, en otras
culturas, pueden ser considerados incongruentemente infantiles o
frívolos (por ejemplo, en publicaciones gubernamentales, en avisos del
servicio público, en un ambiente de negocios, en la publicidad militar,
en medios de transporte, entre otros).
Anteriormente, el uso del término kawaii se usaba solo para describir la ternura de un bebé o de un animal, cosas que son consideradas como “auténticamente kawaii”. Pero, en la actualidad, el uso se ha ampliado a cualquier tipo de cosas. El fenómeno de lo kawaii se presentó por primera vez durante la década de 1960 con la aparición de juguetes en forma de animales de peluche. Hacia 1967, apareció en el mercado japonés la muñeca Rika-chan, cuya apariencia tierna captaba la atención de las niñas.4
El término comenzó a tener aceptación entre los adultos durante la
década de 1980. Anteriormente, la norma social en Japón entre los
adultos era ser y actuar de manera madura, para enfocarse en la
productividad económica del país. Cuando Japón alcanzó la cima de dicho
objetivo, la presión social de actuar con madurez dejó de tener efecto.
Las mujeres fueron las que usaron el término por primera vez de manera
limitada para referirse a cualquier cosa bonita.4
Los adultos comenzaron a desinhibirse con el término kawaii con la aparición de los nameneko en la década de 1980: Un fenómeno que mostraba a gatos vestidos como gamberros bōsōzoku
(banda de motociclistas, generalmente adolescentes mayores, que viajan
por las carreteras ignorando las reglas de tránsito). Debido a que
muchas mujeres consideraban a los bosozoku como atractivos, y a la asociación de los gatos, el fenómeno nameneko
generó un sentimiento común de ternura y graciosidad. Poco a poco los
varones también comenzaron a emplear dicho término en una situación
similar.5
Hacia 1983 y 1984, la esencia de lo kawaii
comenzó a tener mayor aceptación. Revistas femeninas, y luego revistas
masculinas, se enfocaron en destacar el papel del varón que debía asumir
lo que su pareja quería. Eso implicaba que el hombre debía considerar
que todo lo kawaii era importante. Entre las mujeres jóvenes
universitarias y recién empleadas era común que se expresaran con tres
frases en boga: ¡Uso! ( うそ!? ¡No puede ser!), ¿Honto? ( ほんと?? ¿De verdad?) y ¡Kawaii! (かわいい!?). Eran conocidas humorísticamente como las san-go-zoku (三語族? “fanáticas de las tres palabras”). La cotidianeidad de la palabra ¡Kawaii! llegó a un extremo en que una universidad femenina en Tokio intentó prohibir el uso de la palabra en el campus.5
También durante la década de 1980 surgió uno de los principales iconos de lo kawaii: Hello Kitty. Perteneciente a la compañía Sanrio, era una pequeña gatita que había sido creada originalmente en 1974, apareciendo en diversos productos para niñas a partir de 1975, y que había tenido una fugaz popularidad que duró hasta 1977.
La principal razón de su caída era que siempre aparecía con la misma
postura: de frente, con el cuerpo hacia los dos lados, las piernas de
lado y perfilada con líneas gruesas. Hacia 1980 fue reinventada
cambiando su diseño, con la ayuda de las sugerencias de las niñas y
chicas que eran las principales clientes. Se la dibujó sin las líneas
gruesas para darle un aspecto más suave y se le varió su postura. Hacia 1985,
Hello Kitty apareció abrazando a un oso de peluche y causó un gran
éxito. En los años siguientes los clientes exigieron un aspecto más
maduro a la gatita, apareciendo una versión en tonos blanco y negro e
indicando que las fanáticas de Hello Kitty seguían siendo fieles con el
paso del tiempo.6
A partir de la experiencia de Hello Kitty, lo kawaii adquirió
una connotación comercial más destacable durante el resto de la década
de 1980. Las empresas comienzan a crear productos con diseños que
tuvieran en cierto modo un grado de ternura y encanto. No importaba en
qué tipo de producto, ya fuera en juguetes, aparatos electrónicos o inclusive en coches. Por ejemplo, en 1987 se lanzó el Nissan Be-1, y tuvo grandes ventas debido a su estética kawaii, con un aspecto curvilíneo.5
Hacia la década de 1990, ocurrió un cambio interesante. Las empresas que presentaban productos con características kawaii se quedaron sin ideas. Lo kawaii sería retomado por los otaku (fanáticos del anime, los videojuegos y de los ídolos musicales). Para los otaku, cualquier cosa considerada kawaii
era seguida por el público con las mismas ideas. Dentro de la cultura
otaku se ha redefinido y se ha ramificado sobre lo que es kawaii. Para una persona común puede considerar alguna cosa como “graciosa”, pero un otaku lo describe como kawaii. Sin embargo, para algo que comúnmente se puede considerar como kawaii (bonito), un otaku lo describe con otro término: moé.7
Moe~ (萌え? también moe o moé, literalmente “brote”)2 describe la euforia que le inspira un personaje animado favorito o por los ídolos
musicales. Esta euforia le genera un sentimiento de valoración, opuesto
al sentimiento de relajación y ternura que causa sobre algo
tradicionalmente kawaii. Tal como su sentido literal, lo moe~ expresa un sentimiento de adoración que “brota desde dentro”.7 8
La percepción de lo kawaii ha tenido en los años más recientes una presencia en todas las instancias, inclusive en la gubernamental. En 2006, el Primer Ministro Shinzō Abe,
al asumir el cargo, describió su visión de Japón como “un país hermoso”
a través de cuatro principios: un país que valora su cultura,
tradiciones, medio ambiente e historia; un país que se basa en una
sociedad libre que respeta la disciplina y que tiene dignidad; un país
que continúa poseyendo la vitalidad necesaria para crecer hacia el
futuro; y un país que es digno de confianza, respetado y amado en el
mundo, y que demuestra capacidad de liderazgo.9
El 26 de febrero de 2009, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón designó a tres representantes de la cultura popular japonesa (una representante de la moda lolita, una representante de la moda de Harajuku y una representante de la moda escolar japonesa) como "Embajadoras Kawaii" con el fin de exponer al mundo esta tendencia.10 11
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